viernes, 3 de julio de 2009

Adiós, amigo querido, adiós, adiós...

Hoy, al volver de mi trabajo más temprano que lo habitual, encontré caído un árbol del jardín.

Al abrir la puerta cochera, en medio de una lloviznita, de un chipi-chipi que empezaba, lo vi.

Caído, recargado sobre la casa, como si se hubiera cansado de estar siempre de pie en el rincón del jardín, sirviendo de sostén a los nidos de los pajaritos que nos alegran con sus trinos, y algunas veces a guirnaldas de flores, ornamento de reuniones familiares.

Fiel compañero de juegos de mis hijas cuando pequeñas, de mis nietecitos ahora, siempre bello integrante del pequeño paisaje doméstico, laurel de la India que mi esposa me obsequió en los primeros años de una vida feliz, cuando los sueños nos invadían y el amor y el cariño empezaban a crecer.

Y hoy se cansó.

Hoy quiso decirnos adiós.

Amigo árbol: Te cansaste. Caíste sobre la casa, con delicadeza, con cariño, sin lastimar a nadie, sin siquiera causar un rasguño, sin que tus ramas quebraran el cristal de la ventana ni arrastraran los cables de las instalaciones... simplemente te fuiste cayendo suavemente, suavemente...

Pero ¿qué digo? Sí, sí hubo lastimados. Los que te queremos. No porque tú hubieras querido lastimarnos, no, árbol bueno, no. Sino porque el amor tiene sus tristezas. Y ya.

Adiós, amigo querido, adiós, adiós... hasta nunca, hasta siempre.

Te amo, te amé, te amo.

Adiós.

Coyoacán, a 3 de julio del 2009.

3 comentarios:

  1. Oscar:

    Gracias por el mensaje de facebook, invitandome a leer el blog.

    Me gustó mucho tu escrito y me pregunto si lo que describes sucedió en verdad.

    Muchas cosas y personas tienen significados especiales en nuestras vidas, el leer tu escrito me hace recordar las muchas cosas que amo, y que a veces simplemente debemos dejar ir...

    Muchos saludos, espero que estés bien.

    Ah, y gracias por la invitación a tu grupo de Facebook sobre Filosofía en México.





    Cris

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  2. Sí, Cris, ocurrió, tal cual, y escribí casi a vuelapluma, porque necesitaba hacerlo, porque necesitaba desahogarme, porque eso era lo que estaba sintiendo...

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  3. yo conoci coyoacan en diciembre 2009



    que hermosos recuerdos guardo de ese paseo





    Arboles caidos por la tormenta?? en mi verde entre rios esas cosas pasan MUY a menudo

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